
Con tan solo 15 días de nacido, JM cae en el hospital con una sepsis Neonatal. Ni idea que lo estaba causando. Seguíamos en la batalla de amamantar. El estrés me las jugó frías y mi producción comenzó a disminuir. A mi rescate viene Lisamarie, consejera del WIC y miembro de Doulas del Sur. Llega a la habitación del hospital con una máquina de extracción para ayudarme a estimular, la Medela Lactina. Durante ese periodo, me vi en la obligación de combinar con fórmula. No me sentía cómoda con donaciones de leche humana, ya que sabía muy poco sobre el tema. Tuve una lucha incansable durante esos 10 días hospitalizados. JM no subía de peso y le bajaba la temperatura demasiado. A tal grado que hubo que ponerlo en encubadora para dormir.
Comienza mi sobreproducción de leche por tener que sacarme con máquina durante la estadía del hospital. Fueron 10 días intensos de llanto, extracciones con las manos en lo que llegaba la máquina y fórmula por baja producción. No me rendí. Seguí intentándolo. Hasta que a las 4 semanas de nacido comenzó la peor pesadilla de toda madre, mastitis. Un curso de antibióticos, reposo en casa y seguir con extracciones con las manos y la máquina hizo que sobrellevara mi primer ducto tapado. JM seguía tomando leche en botella mientras tanto.
Pero la fiebre no cedía. Los síntomas se agravaban. A las 6 semanas postparto no hubo más opción que hospitalizarme. Se me formaron 2 abscesos en el seno izquierdo. Había que operar para drenaje. El dolor era inmenso, la piel roja tomate y los abscesos sobresaliendo con tonos de azul y negro a punto de reventar. Sentía que el seno pesaba 100 libras. No podía ni tan siquiera cargar a mi bebé con mi brazo dominante, el izquierdo. Viernes en la noche y la fiebre no cede. Ya con 40 °C (102 °F) de temperatura no toleraba estar de pie. Decidí dejar a mi bebé con su padre y salir para sala de emergencias con mi madre. Lo único que pensaba era que pasaría mi primer día de madres hospitalizada y así fue. Estuve hasta delirando por la fiebre.
Estuve 1 semana internada con drenaje. Tuve que parar las extracciones para no estimularme más. El seno derecho también comenzaba con síntomas. Con lágrimas en mis ojos frente a mi otra consultora de lactancia entregué la máquina a mi madre. Solo hacía extracciones con las manos del seno derecho para aliviar el dolor. Extrañaba el olor de mi bebé. Tan pequeño y ya sin mi a su lado. Gracias a mi madre quien lo cuidó. Me enviaba fotos y videos a diario, lo veía por cámara y trataba yo de no salir corriendo. Mi mayor satisfacción fue poder ver a mi bebé por 2 horas el Día de las Madres. Al estar en Maternidad, a los bebés los dejaban pasar.
Fueron 3 meses con el drenaje en lo que la producción de leche mermaba. Fueron 3 meses de pensar si volvía a ser madre lactante. Estaba propensa a recaer con mastitis y otra operación. Mis ánimos no eran los mejores. Tenía miedo. Decidí no seguir. Había hecho de todo para continuar. Mi cuerpo y mente no me lo estaba permitiendo. Mi sanidad y la salud de mi hijo estaban primero, mas mi deseo de lactar nunca ha mermado. Mi consejo, siempre busque ayuda. En eso si yo me siento tranquila. Hice de todo. Lo intenté prácticamente todo.
XOXO,
Pau
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